El 21% de las mujeres jóvenes en América Latina y el Caribe que hoy tienen entre 20 y 24 años contrajeron matrimonio o formaron una unión antes de cumplir los 18 años, según el último informe de UNICEF, publicado en la víspera del Día Internacional de la Mujer.
A diferencia de otras regiones del mundo donde ha habido avances, en América Latina y el Caribe el matrimonio infantil sigue siendo una realidad persistente, sin mejoras significativas en los últimos 25 años. En esta región, el fenómeno adopta mayoritariamente la forma de uniones informales, en las que las niñas conviven con sus parejas sin un vínculo legal.
A nivel global, la prevalencia del matrimonio infantil ha disminuido, pasando de casi una de cada cuatro a una de cada cinco niñas casadas antes de los 18 años. Sin embargo, el informe señala que este progreso se ha concentrado principalmente en familias de mayores ingresos, dejando a las niñas en condiciones de vulnerabilidad aún expuestas a esta práctica.
El matrimonio infantil está estrechamente ligado al embarazo en la infancia y la adolescencia. A pesar de que la tasa de natalidad adolescente ha disminuido en todas las regiones desde 1995, América Latina y el Caribe, junto con África Subsahariana, siguen teniendo tasas superiores al promedio mundial. Actualmente, se registran 2 nacimientos por cada 1.000 niñas de entre 10 y 14 años en América Latina y el Caribe, mientras que en África Subsahariana la cifra asciende a 3, en contraste con el promedio mundial de 1 nacimiento por cada 1.000 niñas en ese grupo de edad.
Como aspecto positivo, el informe de UNICEF destaca que América Latina y el Caribe tienen una de las tasas más altas de finalización de estudios secundarios, alcanzando el 84%, lo que representa una oportunidad clave para reducir la incidencia del matrimonio infantil y mejorar el acceso de las niñas a mejores condiciones de vida.