Juanes, en Medellín para apoyar los sueños de jóvenes en riesgo

Cuenta Ángelo Álvarez, un muchacho de 23 años, que en la primera clase del proyecto Jóvenes R lo único que decían sus compañeros era “no”. Porque en Belencito Corazón, barrio de la comuna 13 en donde reside, los jóvenes tenían arraigada la sensación de que ante cualquier propósito, la respuesta era “no soy capaz”, “no puedo” o “no quiero”.

“La idea de la profe Caro era cambiar ese no por un sí. Que todos supiéramos que sí se puede salir adelante”, dice mientras agrega que ya no se siente solo como antes, que ahora vive por el rap y que estudiará producción musical para componer sus propias pistas. Ya no tiene miedo, sino “pensamiento de ganador”.

Ángelo es uno de los participantes del proyecto Jóvenes R (Resilientes, Resistentes, Referentes) que, desde 2016, ha beneficiado a 1.500 muchachos entre los 14 y 28 años.

Ayer, Juan Esteban Aristizábal (Juanes) regresó al Centro Cultural de Moravia, un barrio que recuerda con la nostalgia de cuando era niño y pasaba por allí para ir al colegio. A su alrededor, decenas de jóvenes lo esperaron, entre la algarabía, para hablarle o tomarse fotografías, porque reconocen en él a un muchacho que, como ellos, también creció en las calles de Medellín y que ahora es un referente de superación. Juanes fue espectador en primera fila de los chicos que allí bailaron y cantaron, quienes como él creen que la música es la mejor herramienta para cambiar vidas.

Ángelo cantó unos versos junto a Natalia Jaramillo, también integrante de Jóvenes R.

“Arriba presentes, jóvenes R/Niños, niñas, hombres, mujeres/Que manejan sentimiento, pensamiento creativo/Tensiones y estrés quedaron en el olvido”, recitaron ambos entre la música y los bailarines.

“El arte es transformador. En mi caso, la música fue una manera de sanarme, de escapar de la difícil realidad, de sentirme parte de algo. Este proyecto significa mucho para la Fundación Mi Sangre, es tratar de rescatar los jóvenes y cambiarles el rumbo. El mensaje para ellos es que crean en sí mismos”, les dijo Juanes.

Natalia contó que, para la canción, se inspiraron en los jóvenes de Medellín: “Necesitamos de la resistencia de cada joven porque eso es lo que mantiene viva la ciudad”.

Cultura para ganar jóvenes

Jóvenes R es una estrategia de la Secretaría de la Juventud de Medellín que llega hasta los territorios con talleres y propuestas artísticas o culturales, con el objetivo de prevenir, a través de la educación, situaciones como la deserción escolar, el embarazo adolescente, el consumo de sustancias psicoactivas, el reclutamiento forzado, la explotación sexual y otras problemáticas propias de los contextos de violencia.

En 2018, el programa cuenta con 913 beneficiarios y con la Fundación Mi Sangre como operador del proyecto.

“Aquí estamos abrazando a los jóvenes más vulnerables de Medellín. A través de las oportunidades, lo que aparece son esperanzas. Lo que hay que hacer es sacar a los jóvenes que están en la ilegalidad y evitar que otros entren. Queremos que cumplan sus sueños”, dijo Federico Gutiérrez.

El secretario de Juventud de Medellín, Alejandro De Bedout, explicó que si bien el proyecto tiene cobertura en toda la ciudad, los sectores priorizados son Moravia en Aranjuez (comuna 4), Manrique (comuna 3), San Javier (comuna 13), Castilla (comuna 5), Robledo (comuna 7) y los corregimientos de Altavista y San Antonio de Prado.

Como parte de Jóvenes R se realizan dos talleres semanales en los territorios, enfocados en habilidades como la empatía, el trabajo en equipo, el respeto, control de las emociones y autocuidado.

De Bedout agregó que una de las principales metas es seguir apoyando a los jóvenes que integran el Sistema de Responsabilidad Penal Adolescente, un total de 10.700 jóvenes, de los cuales 348 hacen parte de esta iniciativa. Los profesionales y talleristas van a estas instituciones con el fin de que se reintegren y no reincidan en el delito. “Ellos merecen una oportunidad, muchas veces cometieron un error o cayeron en mitad del conflicto, pero quieren construir su proyecto de vida”, concluyó.

Henry Holguín Osorio, docente investigador de Estudios psicosociales con juventud de la Universidad Católica Luis Amigó, indicó que estos proyectos son la oportunidad para invitar a las familias a que se conviertan en entornos protectores. “Los padres deben ser responsables de construir en familia. Medellín está llena de personas maravillosas, pero también tenemos familias que no admiten que podemos equivocarnos a la hora de educar a los hijos”, dijo .

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