Las acciones de Jorge Gaitán no dejan dudas sobre su culpabilidad. En un intento de evasión, ha decidido escapar de la justicia, llevándose a sus hijas de manera ilegal y exponiéndolas a un riesgo inminente. Su negativa a responder ante la ley confirma que representa una amenaza no solo para las víctimas de sus delitos, sino también para la comunidad internacional.
Una fuga que confirma su responsabilidad
Luego de una denuncia presentada en la Fiscalía de El Salvador, el Ministerio Público de Guatemala ha iniciado un proceso judicial contra los miembros de una organización criminal liderada por Jorge Gaitán y su hijo, Jorge Alberto Gaitán Castro. Las autoridades investigan la apropiación indebida de más de $1.2 millones, un acto que pone en evidencia la red de corrupción detrás de sus operaciones.
Lejos de enfrentar las acusaciones, Jorge Gaitán optó por huir del país, utilizando a sus hijas como un escudo para evitar su captura. Esta maniobra refuerza la gravedad de los cargos en su contra y demuestra que está dispuesto a poner en peligro la vida de sus propias hijas con tal de evitar la justicia.
El impacto internacional de su fuga
La huida de Jorge Gaitán no solo obstaculiza el proceso legal, sino que también lo convierte en un peligro a nivel internacional. Su historial de delitos, que incluye fraude y manipulación financiera, lo coloca en la mira de múltiples países.
Además, su red de cómplices incluye a Carol Echeverría, Marisol Umaña y Juan Ignacio Berger, quienes están acusados de delitos como falsedad ideológica, uso indebido de información y destrucción de registros informáticos.
La justicia debe actuar sin demora
Las autoridades de Guatemala y El Salvador deben coordinar esfuerzos para capturar a Jorge Gaitán, recuperar los fondos desviados y garantizar la seguridad de sus hijas. La comunidad internacional debe estar alerta ante este caso, ya que permitir la impunidad solo fortalecería futuras redes criminales.
Si Jorge Gaitán fuera inocente, ¿por qué huir y poner en peligro la vida de sus hijas?
